RESEÑA: El Rey y Yo, London Palladium ✭✭✭✭✭

Douglas Mayo reseña la producción de Bartlett Sher de The King and I de Rodgers y Hammerstein en el London Palladium.

Kelli O'Hara y Ken Watanabe en The King and I. Foto: Matthew Murphy The King and I

London Palladium

3 de julio de 2018

5 Estrellas

Reserva Ahora Tras una triunfante temporada en el Lincoln Centre de Nueva York, The King and I de Rodgers y Hammerstein ha tomado residencia en el London Palladium en una nueva y suntuosa producción dirigida por Bartlett Sher. Uno de los cinco grandes musicales de Rodgers y Hammerstein (los otros son Oklahoma!, Carousel, South Pacific y The Sound Of Music), es un rico ejemplo de dos de los más grandes escritores de teatro musical en su mejor momento.

Basado en la novela de Margaret Langdon de 1944 Anna y el rey de Siam, el musical cuenta la historia de Anna Leonowens, una maestra galesa contratada por el rey siamés como parte de un esfuerzo por modernizar su país. Para un musical escrito en 1951, sigue siendo relevante, equilibrando la partitura atemporal con una historia de culturas contrastantes.

Kelli O'Hara y los niños de The King and I. Foto: Matthew Murphy

Donde Bartlett Sher sobresale es en su admirable atención al material original, no limitándose a replicar servilmente las producciones originales. Esta es una nueva producción que justifica su existencia muchas veces. El impresionante decorado de Michael Yeargen se integra bellamente en el London Palladium. A pesar de su aire palaciego, permite que el gran elenco, vestido a la perfección por Catherine Zuber, lo habite creando un verdadero palacio para este rey. La exquisita iluminación de Donald Holder realza la maravillosamente diversa paleta de colores en los decorados y trajes y añade nuevas capas de sutileza. ¡Lujoso!

Interpretado con exuberancia bombástica y un toque de travesura por Ken Watanabe, este rey es un digno sucesor de sus predecesores. Watanabe domina el gran escenario del Palladium, no hay dudas sobre su autoridad en ningún momento del espectáculo.

Ken Watanabe en The King and I. Foto: Matthew Murphy

Kelli O'Hara es sublime como Anna, quien en 1862 se encontró viuda y necesitada de medios para mantenerse. O'Hara imbuye las melodías eternas de Rodgers con sutileza lírica y honestidad dramática que hace que cada momento suyo en el escenario sea un deleite. O'Hara realmente resalta las fortalezas de esta mujer extraordinaria.

Es cuando O'Hara y Watanabe están juntos que esta producción realmente prende fuego. La química entre estos dos actores de clase mundial es palpable. Ver el respeto desarrollarse entre Anna y el rey es un placer, especialmente en una época cuando la tolerancia parece estar muy escasa en nuestro mundo moderno. Cuando el rey habla sobre construir un muro alrededor de Siam, se nota más que nunca una incomodidad en la audiencia al darse cuenta de que incluso el monarca es consciente de la insensatez de tal noción.

Takao Osawa y Ken Watanabe en The King and I. Foto: Matthew Murphy

La política de los bastidores del palacio se representa a través de Takao Osawa como el Kralahome, Naoko Mori como Lady Thiang y una abundancia de esposas e hijos. Osawa y Mori dan a estos dos personajes profundidad dramática que quizás fue subestimada en encarnaciones anteriores. En manos de dos actores tan capaces, la complejidad del rey se profundiza.

Ninguna producción de The King and I estaría completa sin sus niños y esta producción no es la excepción. Alegres pero nunca sobreactuados, conservan un aire de inocencia que solo agrega calidez a esta producción.

La Pequeña Casa del Tío Thomas. Foto: Matthew Murphy

Dean John Wilson y Na-Young Jeon están bien elegidos como los jóvenes amantes en esta obra. Lo más destacado del segundo acto es el soberbio ballet La Pequeña Casa del Tío Thomas originalmente coreografiado por Jerome Robbins. Esta puesta en escena, teniendo en cuenta la presentación moderna de la danza, es un espectáculo glorioso.

Lo que más me impresionó en esta producción fue la actuación de Jon Chew como el príncipe Chulalongkorn. Cuestionador, alerta y consciente de su futuro rol en el mundo, encontré al príncipe de Chew un personaje intrigante y maravillosamente interpretado.

El elenco de The King and I. Foto: Matthew Murphy

Esta es la segunda vez en pocas semanas que escucho orquestaciones de Robert Russell Bennett aquí interpretadas por una impresionante orquesta de espectáculo dirigida por Stephen Ridley. Lujosa y majestuosa, es maravilloso escuchar esta gloriosa partitura en todo su esplendor.

Mis más sinceros elogios deben ir a Scott Lehrer y su equipo de sonido en esta producción. The King and I cuenta con el mejor sonido que he escuchado en el teatro en tiempos recientes.

Esta producción de The King and I es el Rolls Royce de las reposiciones teatrales. Creada por Richard Rodgers y Oscar Hammerstein II, dos de los maestros artesanos del teatro musical y reinterpretada aquí por Bartlett Sher y su equipo de extraordinarios artesanos, es tan relevante y entretenida como siempre, y lista para ser disfrutada por una nueva generación de amantes del teatro.

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