CRÍTICA: Hasta que las estrellas caigan, Teatro Nacional ✭✭✭✭✭

Paul T Davies reseña la obra de Beth Steel, Hasta que las estrellas caigan, en el Dorfman del Teatro Nacional.

Derek Riddell. Foto: Manuel Harlan Hasta que las estrellas caigan.

Teatro Dorfman, Teatro Nacional.

31 de enero de 2024

5 Estrellas

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Bolsover, una circunscripción formada en 1950, en la frontera de Nottinghamshire y Derbyshire, cuyo diputado fue el laborista Dennis Skinner de 1970 a 2019. Un pueblo minero devastado por las políticas de Thatcher y la huelga de mineros de 1984-5. Sports Direct construyó su enorme almacén en el sitio del antiguo pozo, polacos se mudan a la zona, el Brexit muestra cuántos de los residentes se sienten olvidados, y su primer diputado conservador es elegido en 2019. Verano de 2023, y Sylvia, una chica local, se casa con el polaco Marek. La maravillosa nueva obra de Beth Steel vibra con humor de clase trabajadora y autenticidad, con las tensiones dentro de la familia y la sociedad aumentando como el calor de un día de verano caluroso.

Derek Riddell y el elenco. Foto: Manuel Harlan

Al igual que su obra Wonderland, los cierres de minas y el legado de la industria forjan la escritura de Steel. El elenco es magnífico, en particular Lorraine Ashbourne como la tía favorita de todos, la tía Carol, desenvuelta con algunas frases mordaces. Las tres hermanas, Hazel, (Lucy Black), Maggie, (Lisa McGrillis) y Sylvia, (Sinead Matthews), están convincentemente retratadas, llorando por su madre fallecida en este día especial, pero hay grietas en el vínculo familiar a medida que Hazel lleva su resentimiento como un vestido ajustado, Maggie se ha mudado y Sylvia trata de capturar su optimismo para el futuro, representado en bellos momentos fantásticos. Su padre, Tony, es maravillosamente llevado a la vida por Alan Williams, de rostro granítico y sombrío, que se niega a hablar con su hermano Pete, (Philip Whitchurch) durante más de cuarenta años. Marc Woottan hace que Marek sea totalmente adorable, pero también complejo, controlando su ira latente ante el racismo casual que le lanzan.

El elenco de Hasta que las estrellas caigan.

Abrimos la obra con una bola de espejos, así que sabemos que habrá baile, pero también sabemos que habrá pelea. Así como la línea que nunca debía cruzarse en la huelga de mineros era la línea de piquete, hay otras líneas que no deben cruzarse en 2023, y un adolescente con una botella de vodka nunca es una buena señal. Las escenas de pelea están coreografiadas con naturalismo limitado, lo que reduce el impacto de lo que sucede a continuación, y cuando las hermanas se gritan en los últimos diez minutos comienza a sentirse un poco como una telenovela. Pero estos son pequeños reparos ya que la familia literalmente nos ha dado la bienvenida a su boda, reconocible para todos nosotros, y el director Bijan Sheibani mantiene la energía y la tensión elevadas a lo largo. Una noche alegre y en última instancia sobria, como las mejores bodas.