RESEÑA: Lipstick, Teatro Omnibus ✭✭✭✭

Mark Ludmon reseña el espectáculo Lipstick de Sarah Chew en el Omnibus Theatre de Londres, protagonizado por Siobhán O’Kelly y Nathan Kiley

Lipstick Omnibus Theatre, Londres

Cuatro estrellas

Reserva Ahora

“Todo ese rollo de arte-por-el-arte es una tontería”, dijo una vez la escritora Toni Morrison. “¡Todo buen arte es político!” En cuanto al arte, el nuevo y provocador espectáculo de Sarah Chew, Lipstick: A Fairy Tale of Iran, no solo es político sino muy bueno. Basándose en drag y cabaret de lip-sync, explora de manera inventiva las inquietantes preguntas que surgen de un viaje de una creadora de teatro a Teherán para un festival cultural como parte de una delegación británica. Sus ideas preconcebidas sobre la vida en un país islámico, especialmente para las mujeres, son destrozadas por lo que presencia, cambiando la forma en que ve su propia vida y su papel como artista de regreso en Gran Bretaña.

Con una pasarela iluminada por bombillas que se extiende desde el escenario, el espacio del Omnibus Theatre ha sido transformado por los diseñadores Sam Wilde y Elizabeth Harper en un club de drag de Soho donde la escritora y directora Orla relata su experiencia viajando a Irán en el momento de la Revolución Verde en 2010, cuando las protestas pacíficas contra las irregularidades en las elecciones presidenciales fueron reprimidas por el gobierno del presidente Mahmoud Ahmadinejad. Comprometida a trabajar en un proyecto teatral con mujeres jóvenes, intenta comprender sus vidas y cultura a través del prisma de su propia identidad como feminista queer involucrada en el drag. Las diferencias son obviamente enormes, enfatizadas por las noticias que llegan de su amigo drag-queen Mark sobre su vida hedonista y despreocupada en Londres, disfrutando de libertades que las mujeres en Irán ni siquiera se atreverían a soñar. El viaje de Orla al festival tenía como objetivo demostrar que “el arte trasciende el conflicto”, pero ella llega a darse cuenta de que todo, desde una drag queen interpretando un clásico de Sinatra hasta el gesto cotidiano más pequeño, es un acto político.

Recordando las actuaciones radicales de drag de los años 80 y 90, Lipstick juega con la tradición queer del lip-sync, desde canciones pop hasta palabra hablada, así como cabaret y “boylesque” para añadir un elemento disruptivo a la historia. Esto se realiza con habilidad y humor por Nathan Kiley, mejor conocido como el destacado artista drag Topsie Redfern, apoyado por el diseño de sonido de Angus Kemp, la iluminación de Jack Weir y los brillantes trajes de Molly Beth Morossa. Pero esta pieza sostenida de narración avanza durante una hora y 45 minutos, sin intervalo, gracias a una fascinante actuación de Siobhán O’Kelly como Orla, capturando su desconcierto y enojo, así como la profunda conexión que desarrolla con las mujeres de Teherán. El espectáculo carece del humor que algunos podrían esperar de un cabaret drag, pero es poderoso y, en ocasiones, intensamente conmovedor. Puede que no sea capaz de proporcionar muchas respuestas, pero plantea preguntas que te harán pensar sobre las libertades que disfrutamos en Occidente y la política que subyace en cada parte de nuestras vidas.

Hasta el 24 de marzo de 2019.

RESERVA TUS ENTRADAS PARA LIPSTICK