RESEÑA: El Emporio Sensorial de Hendrick, Edimburgo ✭✭✭

El Emporio de Inmersión Sensorial de Hendrick's

91 George Street, Edimburgo

Tres estrellas

Hendrick's Gin es un nombre familiar en el Festival Fringe de Edimburgo, pero este año regresó con una experiencia teatral llamada Emporio de Inmersión Sensorial, presentada en tres pisos de una casa georgiana de grado A en George Street. Parte del programa del Fringe con un elenco de actores, es una experiencia sensorial que es iluminadora, entretenida y a menudo desconcertante.

El espectáculo de paseo de dos horas para amantes de la ginebra fue creado con el artista de sonido de renombre mundial Mark IJzerman de la Universidad de las Artes HKU de Utrecht. Comenzando en una recepción de hotel decorada de manera peculiar al estilo de los años 20, los invitados reciben un cóctel de bienvenida y una introducción disparatada por el personaje de Silas Fifi Templeton, quien nos sumerge en el espíritu del evento con una interacción absurda y una cercanía algo excesiva. Esta absurdidad se ve solo ligeramente atenuada por la llegada de otro personaje de estilo clásico, el Profesor von Steinberger, quien explica que estamos embarcándonos en un viaje “auricular y gustativo”.

Con batas blancas puestas, nos llevan al Bar Más Silencioso del Mundo, donde cada centímetro es de un blanco puro, desde los muebles y lámparas hasta la pequeña barra de cócteles. Con auriculares que cancelan el ruido, nos sentamos en completo silencio para concentrarnos en los sabores de un Martini, inspirado por la descripción del escritor estadounidense del siglo XX EB White del clásico cóctel de ginebra como “el elixir del sosiego”.

Tras un estallido vibrante de Los Planetas de Holst, nos trasladamos a otra sala que ha sido transformada en un laboratorio de enseñanza de estilo antiguo, con una pizarra, tubos de ensayo, vasos de precipitados y un microscopio. Nos ponemos nuevamente los auriculares, pero esta vez escuchamos diferentes sonidos diseñados para afectar nuestro sentido del gusto mientras degustamos tres líquidos de diferentes colores en mini tubos de ensayo. A medida que sorbemos las bebidas, tenemos que identificar los sabores y las intensidades de cada uno en una rueda de sabores. Es una excelente demostración de cómo nuestra percepción del sabor se ve afectada por nuestros otros sentidos.

Arriba está la sala de Paisaje Sonoro Cuántico, que es la parte más inusual del recorrido. Con cortinas rojo profundo alrededor de la sala, nos sumergimos en una cacofonía de sonidos creados por los recipientes metálicos de cóctel en las mesas frente a nosotros. A medida que tus manos flotan alrededor del borde o tocan la base, diferentes sonidos surgen de cada uno, acumulándose en un crescendo discordante mientras sorbemos lo que hay dentro: un clásico Corpse Reviver N.º 2.

Después de toda esta sobrecarga sensorial, terminamos de espaldas, acostados sobre tapetes en una sala con un gong gigante en un extremo. Una figura de directora estricta nos dice que guardemos silencio y dejemos que nuestros cuerpos se sumerjan en un “baño de gong”, una forma antigua de terapia holística que promueve la curación y la meditación a través de los tonos reverberantes de un gong. A cualquiera que esté embarazada o tenga un marcapasos se le pide que salga de la sala (junto con cualquier bromista ebrio). A pesar de fragmentos de “My my my Delilah” y Purple Rain de un karaoke bar cercano, es una experiencia relajante y meditativa que rara vez se encuentra en el Fringe de Edimburgo.

Para animarte, el bar con estilo peculiar en la planta baja ofrece muchas más sensaciones tradicionales de Hendrick's a través de una extensa lista de cócteles. Incluye bebidas creadas por algunos de los bares líderes de Edimburgo como The Voodoo Rooms, Bramble y The Bon Vivant junto a clásicos como un Martini. Mientras que los actores y experiencias arriba nos han entretenido y abierto la mente, podemos disfrutar de los sabores, aromas y colores de nuestros cócteles donde mejor funcionan: en un bar.