RESEÑA: El duelo es lo que tiene plumas, Teatro Barbican ✭✭✭

Paul T Davies reseña Grief Is The Thing With Feathers protagonizada por Cillian Murphy, ahora en el Barbican Theatre.

Cillian Murphy en Grief Is The Thing With Feathers. Foto: Colm Hogan Grief Is The Thing With Feathers.

Barbican Theatre

28 de marzo de 2019

3 Estrellas

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La breve, hermosa y poderosa novela de Max Porter es como un golpe emocional. Un estudioso de Ted Hughes tiene que cuidar de sus dos hijos tras la muerte de su esposa. A su hogar llega Cuervo, antagonista, cariñoso, cuidador, que no se irá hasta que sea convocado para que la recuperación comience. No es sorprendente que el libro de Porter ganara el Premio Internacional Dylan Thomas, es poéticamente hermoso, una poderosa meditación sobre el duelo que me ayudó en mi propio duelo. Por eso, vine a la producción de Enda Walsh con muchas expectativas, la principal, ¿cómo se trasladaría y traduciría un libro así al escenario?

Grief Is The Thing With Feathers. Foto: Colm Hogan

Bien, un aspecto es muy literal: grabar, garabatear, mecanografiar y proyectar el texto de Porter en el escenario, permitiéndonos admirar sus palabras, su estructura y llevarnos a través de las etapas clásicas del duelo. Su naturaleza fragmentaria, sin embargo, causa mucha desconexión, y en algunos lugares la producción intenta ser demasiado "directa" como para sentirse accesible.  Sin embargo, Cillian Murphy da una excelente actuación como Papá y como Cuervo, sus habilidades vocales son perfectas adoptando una voz bastante caballeresca para Cuervo, y el duelo de Papá está bellamente interpretado. La avalancha de dolor se representa a través de un megáfono con música retumbante y fuerte, la metáfora de ser abrumado por la tristeza está efectivamente construida. Aun así, estas escenas me alejaron de la historia central —demasiada iluminación estroboscópica para soportar— y aquí el libro, al pasar las páginas a su propio ritmo, tiene más éxito que la versión escénica. Aunque hay una maravillosa inventiva en cada escena (el aspecto de 'Último Jedi' de Papá al principio, bolsas de patatas fritas cayendo del cielo para alimentar a sus hijos), cada escena se siente demasiado separada de la anterior. La fisicalidad de Murphy es magnífica; es como un cuervo, mostrando sus garras y plumas, cautivador a lo largo de los 90 minutos de duración.

Cillian Murphy en Grief Is The Thing With Feathers. Foto: Colm Hogan

También perdemos un poco la historia de los niños, interpretada en la noche de estreno por David Evans y Leo Hart, ambos con actuaciones hermosas, con toques encantadores de representación, como que aparezcan con ropa "adulta" hacia el final para contar cómo se recuperaron. Y donde realmente la producción empieza a tener éxito es en las etapas de recuperación, cuando vemos a Mamá en películas caseras, cuando Papá finalmente puede hablar de la muerte, y el diseño de proyección y sonido es tierno.

Quizás porque leer una novela e interpretarla es una experiencia tan privada, y el duelo es, principalmente, algo con lo que lidiamos en privado, la novela siempre será el destino clave para quien quiera experimentar esta historia. En general, esta adaptación es imperfecta, pero ambiciosa, y hay mucho que admirar en su audaz interpretación.

Hasta el 13 de abril de 2019

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