RESEÑA: El intermediario, Teatro Apollo ✭✭

Gemma Sutton, William Thompson y Michael Crawford en The Go-Between. Foto: Johan Persson The Go-Between

Teatro Apollo

8 de junio de 2016

3 estrellas

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The Go-Between es un nuevo musical basado en la novela homónima de L P Hartley, que fue publicada originalmente en 1953.

Puedo estar fuera del circuito como crítico en este caso, ya que no he leído la novela original, ni he visto la película de 1971 protagonizada por Julie Christie y Michael Bates, ni la adaptación de la BBC en 2015, así que me acerqué a la obra con una mente abierta.

Jenni Bowden, Issy van Randwyck, Gemma Sutton, Stuart Ward y Luke Green en The Go-Between. Foto: Helen Maybanks

The Go-Between es una obra de memorias que se centra en Leo Colston. De joven, pasó un verano en Brandham Hall en Norwich, con su amigo de escuela Marcus. Cuando Marcus cae enfermo, Leo se convierte involuntariamente en un mensajero secreto entre Marian y un granjero local, Ted, que tienen un romance clandestino. Como Marian ya está comprometida con el vizconde Trimingham, es solo cuestión de tiempo antes de que las cosas salgan mal. La historia se transmite cuando el Leo mayor regresa muchos años después y tiene que enfrentar las acciones que ocurrieron tantos años atrás.

La escenografía de The Go-Between es estática, parece una enorme mansión campestre descuidada. Grandes ventanales colgantes, hierbas y pastos crecen descontroladamente, pero en medio de la decadencia hay un gran cofre que contiene libros antiguos y el diario del joven Leo que estimulan sus recuerdos. El Leo mayor está atormentado por los fantasmas de eventos pasados, mientras uno a uno se revelan los personajes del drama.

Hasta ahora todo bien, pero The Go-Between rápidamente degenera en un pantano de monotonía, del que nunca se recupera a pesar de los mejores esfuerzos de algunos de los actores.

Michael Crawford, William Thompson y Gemma Sutton. Foto: Johan Persson

Como el Leo mayor, Michael Crawford parece más que adecuado para el papel. Su Leo encorvado y etéreo está en escena todo el tiempo, observando cómo los fantasmas del pasado presentan la historia. Es una gran actuación en un musical mal aconsejado.

Consistentemente habla con, y luego desafía, a su yo más joven, interpretado en esta actuación por William Thompson. Tanto Thompson como Archie Stevens como Marcus (amigo de escuela del joven Leo) amenazan varias veces con robar el espectáculo a todos los actores adultos. Su espíritu estalla en el escenario principalmente gracias al maravilloso diálogo escrito por David Wood.

Gemma Sutton, Michael Crawford y William Thompson en The Go-Between. Foto: Johan Persson

Como Marian, Gemma Sutton es absolutamente encantadora. Es fácil ver por qué el joven Leo se sentiría atraído por ella. Stuart Ward interpreta a Ted, quien aparece por primera vez bañándose en el recodo del río. Al igual que Marian, Ted fácilmente se hace amigo del joven Leo, y muy sutilmente, se entreteje en el drama. Ambos son encantadores y sumamente agradables, pero quizás uno de los aspectos más interesantes de este espectáculo es que cada adulto en la obra puede cambiar rápidamente y convertirse en individuos desagradables y egoístas cuando sus situaciones cambian. Sutton y Ward son maravillosos de ver, y junto con Crawford y los dos chicos, aportan algunos de los momentos más memorables a una velada completamente monótona. Soy consciente de que sigo usando esa palabra, pero es difícil describirlo de otra manera.

Stuart Ward. Foto: Helen Maybanks

La mayoría del elenco de The Go-Between trabaja arduamente para mantener el espectáculo vivo. Trimingham de Stephen Carlisle, Mr Maudsley de Julian Forsyth y Denys de Silas Wyatt-Barke son particularmente buenos, pero incluso ellos son superados por la falta de energía de la partitura de Richard Taylor.

El acompañamiento para The Go-Between proviene de un piano solista posicionado en el escenario, tocado hermosamente por Nigel Lilley. Sin embargo, se comentó en el intermedio por quienes estaban sentados a mi alrededor que un acompañamiento de piano solista para un espectáculo del West End, a precios normales de West End, era una decepción, por decir lo menos, y debo decir que estoy de acuerdo. Sin embargo, una orquesta más grande no podría agregar dinamismo a esta partitura.

Aparentemente, The Go-Between comenzó como una obra de teatro, y por una vez, el libro aquí, escrito por David Wood, no es el problema. The Go-Between falla debido a su partitura, que fracasa en cada obstáculo. Si vas a The Go-Between con la esperanza de escuchar a Michael Crawford interpretar canciones estilo Phantom, te sentirás muy decepcionado. No hay canciones reales, ni momentos memorables cuando se trata de la partitura de este espectáculo.

Quizás con escuchas repetidas podría llegar a apreciar más la partitura, pero me costaría mucho gastar dinero en otra entrada cuando hay tantos otros espectáculos que quiero ver en el West End.

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