RESEÑA: Love-Lies-Bleeding, Print Room at the Coronet ✭✭✭

Jennifer Christie reseña el estreno europeo de Love-Lies-Bleeding de Don Delillo, que ahora se presenta en el Print Room at the Coronet.

Joe McGann y Josie Lawrence en Love-Lies-Bleeding. Foto: Tristram Kenton Love-Lies-Bleeding Print Room at the Coronet

14 de noviembre de 2019

3 Estrellas

Reservar ahora Love-Lies-Bleeding se encuentra en su temporada de estreno europeo en el Print Room at the Coronet. Fue escrita por el prolífico novelista Don Delillo y tuvo su primera lectura pública en 2005 en los EE.UU. Esta es la segunda obra de DeLillo que ha sido dirigida por Jack McNamara, siendo la primera Valpraiso en 2006. McNamara disfruta del uso literario de las palabras de DeLillo, llamando a las líneas 'pequeñas obras de arte por sí solas'.

Las interpretaciones del elenco están bien definidas y con una voz auténtica y, en su mayoría, la transición entre el marco temporal de las escenas se sigue fácilmente. Sin embargo, el ritmo y flujo de la narrativa sufren por la frecuencia de los cambios y la acción a veces se ve atascada en una avalancha de palabras.

Clara Indrani y Jack Wilkinson en Love-Lies-Bleeding. Foto: Tristram Kenton

Alex ha estado sufriendo en silencio desde su segundo derrame cerebral y está siendo cuidado por su cuarta esposa, Lia, cuando su hijo, Sean, llega con la segunda esposa Toinette y una carga de morfina para facilitar el paso de Alex al otro lado. Como se puede ver, la historia ya se complica más con las relaciones abstractas.

Durante gran parte de la obra, Joe McGann permanece quieto y en silencio en una silla de ruedas mientras es manipulado por quienes lo rodean. Es imposible saber qué está pensando su personaje, Alex, con su rostro cerrado y sus ojos inmóviles. Hay varias escenas retrospectivas de su relación con los demás donde McGann pinta un cuadro del vital Alex.

El escenario es visualmente estimulante. Al principio parece ser el patio de una casa en el desierto con una vista de espacios abiertos y gloriosa luz: ‘Una vez vi a un hombre muerto en el metro’.  Esto dicho por un hombre que claramente se apresura hacia su final.  El equipo de diseño ha hecho bien en apoyar la profundidad de esta narrativa, con Lily Arnold en el diseño de escenografía y vestuario y Azusa Ono en iluminación. Andrzej Goulding, diseñador de video, es responsable del impacto visual de la formación de movimiento rápido, que fue aún más mejorada por el diseño de sonido de Alexandra Faye Braithwaite.

Jack Wilkinson y Josie Lawrence en Love-Lies-Bleeding. Foto: Tristram Kenton

Love-Lies-Bleeding también es el nombre de un arbusto en flor. En el mundo del significado de las flores se considera que representa la impotencia o el amor impotente. Es un título apropiado para una obra que explora el final de la vida y debate el derecho de los vivos conscientes a terminar con el estado vegetativo percibido de otro.

La pregunta para mí es más: ¿cómo puede uno predecir la elección cuando se enfrenta a una situación cargada de conexiones personales? Como muchas decisiones en la vida, es imposible conocer el camino definitivo a seguir y en el caso de Toinette, que pensó que sabía, cuando se trató de la acción, había dudas evidentes.

Hasta el 8 de diciembre de 2018

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