RESEÑA: Una vista desde el puente, Iglesia de San Martín, Colchester ✭✭✭✭

Una vista desde el puente.

Iglesia de St. Martins, Colchester.

25 de mayo de 2017

4 estrellas

La nueva compañía con sede en Colchester, ProTo Col, (Profesionales Juntos en Colchester), aspira a aprovechar los talentos de los creativos en el área local, para establecer una base fuera de Londres. Es un objetivo ambicioso, y con su primera producción, el listón se ha colocado alto, con una excelente puesta en escena del clásico de Arthur Miller.  Representada en un escenario reducido en la Iglesia de St. Martin, la producción debe confiar principalmente en los talentos actorales del elenco, y este es un gran reparto que da vida exuberante a la obra de Miller.

Ambientada en la América de los años 50 cerca del Puente de Brooklyn, Eddie, el protagonista trágico, tiene un interés malsano por Catherine, la sobrina huérfana de su esposa Beatrice. Cuando la familia da la bienvenida a dos inmigrantes ilegales en su hogar, el cortejo de Catherine por el primo de Beatrice, Rodolpho, provoca un incontrolable celo en Eddie. En el papel principal, Tim Freeman ofrece la actuación de su carrera, un oso de hombre, caminando con un andar que se vuelve más pronunciado a medida que sus celos destruyen su vida y matrimonio. El interés por Catherine nunca se presenta de manera sexual, pero aquí la actuación deja claro cómo no solo envenena a Eddie, sino también a quienes lo rodean y a su vecindario. La noche, sin embargo, pertenece a Sara Jane Derrick como Beatrice, desde el principio ansiosa por la llegada de los inmigrantes, pero, como muestra su actuación a medida que avanza la obra, es una mujer que siempre ha sabido del interés de Eddie por Catherine y hace lo que necesita para sobrevivir a eso. Deja que tus ojos caigan sobre ella en cualquier momento de la producción, esta es una mujer torturada pero comprometida a salvar su matrimonio: un trabajo hipnotizante. Por primera vez al ver esta obra muchas veces, realmente sentí que Eddie era un símbolo del fascismo, reflejando el entonces aún fresco pasado de Italia.

Sin embargo, este es un conjunto magnífico. Haciendo su debut profesional, Ella D’Arcy Jones es una Catherine fuerte, inocente y ingenua, pero que se vuelve tan decidida como Eddie a labrarse su propio futuro. Jacko Pook es un Rodolpho hermoso y gentil, sensible a su entorno e inicialmente a la autoridad de Eddie, pero que se convierte en un hombre dispuesto a luchar por amor. Jonathan Davis conecta muy bien la obra como el narrador Alfieri, y, aunque pueda parecer extraño que la producción tuviera tres directores, Richard Bland, Joseph Lyndon y la directora de movimiento Alice Murray han utilizado el espacio de manera hermosa.  Hay áreas que necesitaban un poco más de trabajo para hacer de esta una producción completa, en ocasiones la acústica del lugar, junto con algunos acentos convincentes, conspiran contra la claridad, y algunos de los papeles menores podrían haberse resaltado más. Sin embargo, esta es una interpretación verdaderamente cautivadora de la obra de Miller, y augura bien para futuras producciones.

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