RESEÑA: Tim Gilvin y Amigos, Crazy Coqs ✭✭✭

Tim Gilvin Tim Gilvin y Amigos

Crazy Coqs

19 de julio de 2017

3 Estrellas

Esta fue una oportunidad bienvenida para conocer mejor el repertorio de uno de los nuevos compositores de canciones más brillantes e interesantes del país. Tim recientemente atrajo la atención al ganar el Premio S&S para un nuevo musical con 'Stay Awake Jake', un espectáculo unipersonal que ganó el premio gracias a la interpretación de Norman Bowman, y fue desarrollado en workshop en Leicester Curve y luego producido en el Vaults Festival el año pasado con Jamie Muscato. Es una historia corta brillantemente ejecutada sobre un hombre al volante de un coche, conduciendo por la noche, reflexionando sobre su complicada relación. Quizás el cuidado prodigado en ella no encuentra un reflejo equivalente en la simplicidad y ordinariedad de los personajes y su situación algo simple y ordinaria, pero la habilidad profesional empleada es loable y admirable. Esta noche, descubrimos que hay mucho más de donde vino eso.

Esta noche tuvimos la oportunidad de escuchar a los cantantes Jonathan Andrew Hume, Kate Marlais, Laura Jane Matthewson y Calum Melville, quienes nos ofrecieron una mezcla de una docena de sus números de una serie de diferentes espectáculos y proyectos con los que actualmente está trabajando. La acción fue hábilmente dirigida por Natalia Scorer, y presentada aquí en el íntimo venue por Rachel Kraftman Productions. La plataforma también fue engalanada por Jonny Wright, quien está colaborando con Gilvin en un nuevo espectáculo sobre Enrique VIII, y también por Alex Young, quien vino a interpretar un número del espectáculo que a su vez está escribiendo con Kate Marlais. Dado que Gilvin estaba en el piano, dirigiendo el espectáculo, se puede tener una idea del ambiente muy unido, muy solidario y apreciativo de la ocasión.

De hecho, el ambiente generado nos recuerda muy fuertemente a los lugares clave para la promoción de nuevas composiciones de teatro musical en Estados Unidos, como Below 54, por ejemplo. Y hay algo del mismo enfoque hacia la expresión musical aquí, con un predominio de números más suaves, delicados y reflexivos, algo así como un antídoto frente a los estruendos y golpes de las partituras influenciadas por el rock de los grandes venues. Y claramente hay un buen público para tales entretenimientos: el lugar estaba lleno a su capacidad y el público amó lo que escuchó.

Gilvin sigue siendo un maestro del ambiente, con canción tras canción creando una atmósfera exquisita, bellamente articulada, elegantemente fraseada, con ideas melódicas agradablemente pegajosas y, a menudo, patrones armónicos sorprendentes para animar su efecto. Como suele ser el caso en estos eventos, las canciones tenían una tendencia a sonar bastante similares, con muchas situadas en el mismo rango, usando las mismas estructuras formales y - sobre todo - teniendo un enfoque 'generalizado' hacia la escritura de letras: 'Jake' tiene tanto éxito debido a la particularidad de las letras, algo que nos encantaría escuchar reflejado en otras partes de su escritura. Aquí, incluso el ocasional número movido, como el de levantar ánimos 'Canción de Esperanza', aunque suena sincero y bienintencionado, no nos dio las razones específicas que realmente necesitamos para encontrar ese optimismo.

No obstante, escribe excelentemente para voces, y sacó las mejores actuaciones de su panel de vocalistas. Es particularmente bueno ver a una ya establecida intérprete del West End como Young sumando sus talentos al alentar a un escritor aún emergente, y qué mejor manera de hacerlo que mostrando que ella también es nueva en este juego y trabajando para hacer algo emocionante e interesante para que el público lo aprecie.

Marlais tuvo una voz excelente, y tiene el tipo de aplomo y credibilidad en el escenario que deja la impresión más perdurable. El brillo y la profundidad vocal de Matthewson continúan madurando, y ella gana en fuerza todo el tiempo, y fue encantador escucharla de nuevo. Melville fue una presencia nueva para mí, y bienvenido, mientras que Hume tiene una robustez terrenal que le permitió hacer el papel de Jake completamente suyo. Y fue genial escuchar el rap de Wright añadiendo un lustre inusual a los 75 minutos aproximadamente del espectáculo.

Es particularmente alentador ver a Gilvin ampliar sus talentos para abarcar una gama más amplia de sonidos; aunque está igualmente cómodo sentado en un taburete con una guitarra, y puede encantar a la multitud en segundos con su amable y divertido charlar, es evidente que está luchando por logros más duraderos, y este evento fue otro paso bienvenido hacia ellos.

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