RESEÑA: Raising Martha, Park Theatre ✭✭

Foto Darren Bell Raising Martha

Park Theatre

17 de enero de 2017

2 Estrellas

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Una granja familiar de ranas en la Inglaterra rural es el objetivo de activistas locales por los derechos de los animales, y han exhumado los huesos de la matriarca de la familia, Martha, fallecida hace tiempo. Esto tiene la intención de que la granja sea cerrada o vendida, y se llama al inspector Clout para investigar el caso y mantenernos dentro del hilo narrativo. Si estás sentado en los incómodos asientos del círculo en el Park, necesitas estar completamente atento a la acción en el escenario. Desafortunadamente, el guion de David Spicer oscila entre líneas genuinamente divertidas, que son un poco demasiado escasas para mantener la comedia, y el tipo de tonterías pueriles que me daban recuerdos de flashbacks de algunas de las producciones estudiantiles por las que tuve que pasar durante mi carrera docente. (Alucinar con ranas de dos metros, en particular, es un recurso particularmente embarazoso y poco divertido.)

Stephen Boxer, Jeff Rawle y Julian Bleach. Foto: Darren Bell

Ante un guion tan mediocre, el elenco sobreactúa valientemente y a menudo gritan los resúmenes de la trama en voz alta por si no podemos seguir el tema único narrativo. Para ser justos, la colaboración de Tom Bennett y Joel Fry como los torpes activistas Marc y Jago es oro en comedia en algunos puntos. Bennett, en particular, es excelente como el verdaderamente incompetente, enamorado de Caro, (enérgica y desenfrenada Gwyneth Keyworth), quien, por supuesto, tiene sexo con Jago. Sus escenas son las mejores de la obra, llenas de comedia, y casi hacen que la noche valga la pena.

Gwyneth Keyworth y Julian Bleach. Foto Darren Bell

Desafortunadamente, el resto de la obra avanza torpemente mientras los hermanos Gerry, (Stephen Boxer), que lame sapos para alucinar, y Roger, (Julian Bleach usando su voz para un efecto siniestro, que luego se desaprovecha), discuten y pelean por el futuro de la granja. Jeff Rawle ofrece una buena actuación como Clout, pero incluso él parece desconcertado por la trama. Empezó bien, con el decorado funcional de Rebecca Brower revelando a Marc y Jago desenterrando el cuerpo, pero luego la obra se arrastra hacia su inevitable y predecible conclusión. Con sus comentarios sobre el estado policial y las libertades civiles, y la comedia negra que involucra el cadáver de Martha, hay más de un toque de Loot en el espectáculo. Pero ese sonido que se oye en la producción no son ranas croando. Es el fantasma de Joe Orton chasqueando la lengua con aburrimiento porque, en cincuenta años, su comedia anárquica no ha sido superada.

Hasta el 11 de febrero de 2017

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