RESEÑA: Kiss Me, Trafalgar Studios ✭✭✭✭

Ben Lloyd Hughes y Claire Lams en Kiss Me. Foto: Robert Day Kiss Me|

Trafalgar Studios

9 de junio de 2017

4 Estrellas

RESERVAR ENTRADAS Es otro breve encuentro en los Trafalgar Studios, siguiendo a 46 Beacon en este mismo lugar a principios de este año. Pero esta no es una obra sobre un encuentro casual, sino una mirada original a las secuelas de la guerra y los efectos del duelo y la soledad. Es 1929 y un hombre y una mujer se encuentran, ella es una viuda de guerra, su marido murió durante la Primera Guerra Mundial, desesperada por tener un bebé, él dispuesto a realizar el acto, todo bajo los parámetros establecidos por el experimento social de luchar contra Tánatos, el Dios de la destrucción. Un arreglo simple, excepto, por supuesto, que es más complicado que eso.

Ben Lloyd-Hughes y Claire Lams en Kiss Me. Foto: Robert Day

Dentro de la amplia producción de trabajos de Richard Bean, hay farsas como One Man Two Guvnor’s, y duetos tiernos y maravillosos como este. No permitidos a besarse en los labios durante el acuerdo, fuera de los parámetros establecidos la pareja se encuentra y se enamoran. La actuación es sublime. Stephanie es moderna; conduce un camión, fuma y no es en absoluto una víctima de su tiempo, su viudez la hace desesperar por un bebé. Claire Lams es excelente, haciendo que el público se enamore de Stephanie desde el principio, graciosa, nerviosa por lo que está a punto de hacer, pero desgarradoramente frágil. Ben Lloyd-Hughes es igualmente excelente como Dennis, reservado, aparentemente un perfecto caballero inglés, pero creyendo totalmente que, como no pudo luchar en la guerra, su guerra es ser Eros y proporcionar hijos a viudas y parejas tristes y dañadas. (La ironía es, por supuesto, que está proporcionando carne de cañón para la Segunda Guerra Mundial). Ambos actores, con la directora Anna Ledwich, capturan perfectamente los matices y tonos sutiles de la pieza, desde el primer arreglo nervioso hasta una conclusión conmovedora, la atmósfera creada maravillosamente.

Ben Lloyd-Hughes en Kiss Me. Foto: Robert Day

Es una obra perfecta para la intimidad del Estudio 2 en los Trafalgars, ¡aunque el escenario choca fuertemente con la primera fila del público! Bean siempre crea personajes sólidos e interesantes, y esta pequeña pero poderosa obra vale mucho la pena verla.

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