RESEÑA: Footloose, Nuevo Teatro Wimbledon ✭✭✭✭

Luke Baker (Ren) y el elenco de Footloose. Foto: Matt Martin Footloose

New Wimbledon Theatre

3 de mayo de 2016

4 Estrellas

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Quizás la primera gran película de la generación MTV, Footloose convirtió en una estrella internacional a Kevin Bacon, y su banda sonora de éxitos se volvió clásica. Debe parecer incomprensible ahora que nadie vio la película como un musical de escenario. Nadie, es decir, hasta que Carole Schwartz (esposa del compositor de Wicked, Stephen Schwartz) sugirió que tenía sentido y que podría ser popular en las escuelas.

El guionista de la película Dean Pitchford, junto con Tom Snow y Walter Bobbie, se propusieron llevar Footloose al escenario. El resultado es un musical cuasi-jukebox infundido con elementos de musical tradicional, que funciona porque gran parte de la música original de la película tiene fuerza dramática.

Basado en una historia real, Pitchford encontró la historia de un pueblo del medio oeste americano que prohibió el baile mientras hojeaba el New York Times. Ren y su madre se ven obligados a mudarse a Bomont para vivir con su tío. Al llegar, encuentran un pueblo que ha prohibido el baile después de un accidente automovilístico que mató a cuatro adolescentes. Es un clásico drama de juventud contra la autoridad que se ha representado muchas veces, y en el caso de Footloose fue lo suficientemente fuerte como para permitir una nueva versión reciente de la película.

El elenco de Footloose. Foto: Matt Martin

Donde esta producción de Footloose se vuelve interesante es en que se ha convertido en el último espectáculo de gira que ha sucumbido al modelo de producción actor-músico, donde casi todos los actores en escena tocan cada nota de la partitura en vivo mientras realizan el espectáculo. No siempre funciona, aunque los chicos con guitarras se pueden adaptar hasta cierto punto, realmente tienes que sentir lástima por las chicas que están tocando trompeta, flauta y saxofón tenor.

Dicho esto, este es un elenco de artistas tremendamente talentosos que logran hacer que funcione. Ver a algunos de este elenco tocar múltiples instrumentos puede ser tan entretenido como el drama en sí.

En el centro de esta producción de Footloose está Luke Baker como Ren McCormack. Baker canta y baila con una energía desbordante y ofrece un verdadero poder emocional en la escena crucial con el Reverendo Shaw. Baker infunde a Ren con la frustración, energía y pasión que da a Footloose su núcleo. Simplemente no puede quedarse quieto.

Maureen Nolan (Vi Moore) en Footloose. Foto: Matt Martin

El ex cantante de boyband Lee Brennan hace su debut en teatro musical como Willard. Haciendo que Willard sea un poco más simple que en encarnaciones anteriores del espectáculo, Brennan infunde al personaje de una fisicalidad y simpatía que logró conquistar al público desde el principio.

Footloose en su esencia es un drama intergeneracional que funciona porque no solo tiene energía juvenil, sino que es simpático con los adultos en el drama. A diferencia de Grease, no son relegados como estereotipos, sino que son personajes completamente formados con un punto de vista y complejidad que es central para el conflicto. Nigel Lister y Maureen Nolan interpretan al Reverendo Shaw Moore y su esposa Vi Moore. La suya es una relación afectada por la muerte de su hijo y las ramificaciones de ese evento en la relación con su hija Ariel (Hannah Moore). Nolan es soberbia como Vi. No es un papel llamativo, pero requiere enormes cantidades de verdad emocional, que ella proporciona con creces. Learning To Be Silent y Can You Find It In Your Heart son momentos realmente destacados.

Hacer que Shaw Moore cante debe ser uno de los desafíos más difíciles en cualquier producción de Footloose. Es un hombre en conflicto entre su amor a Dios y su amor por su esposa e hija. Honestamente cree que está haciendo lo correcto pero se desvía en el proceso. Lister se destaca en el segundo acto de Footloose y su escena crucial con Ren (Baker) en el Acto Dos tuvo una intensidad emocional real.

Te das cuenta del drama en los números pop originales de la película cuando llegas a un número como Somebody’s Eyes, que es perfectamente interpretado por Natasha Brown, Miracle Chance y Joanna Sawyer.

Matthew Tomlinson (Chuck) y el elenco de Footloose. Foto: Matt Martin

No hay forma de hablar de cada actuación en escena durante Footloose, pero merece una mención especial Scott Haining y Matthew Tomlinson. Haining parece ser maestro de cada instrumento que toca y baila con mucha energía. Presta atención a algunos momentos maravillosos con Haining en el violonchelo en el Acto Dos. Tomlinson asume el papel de Chuck Cranston, el chico malo de Bomont. Es una interpretación lograda, pero me resultó imposible dejar de ver cómo Tomlinson se movía sin esfuerzo a través de la producción, tocando teclado y guitarra según se requería.

Esta producción de Footloose ha sido impulsada principalmente por la economía de las giras de grandes musicales. La directora Racky Plews ha logrado en su mayoría tener éxito con su enfoque actor-músico de Footloose. Tarda un poco en encontrar su lugar en el Acto Uno, pero pronto se establece. El diseño de escenario de Sara Perks y la iluminación de Humphrey McDermott sirven perfectamente para las múltiples ubicaciones en Footloose y proporcionan lugares encubiertos donde los actores pueden permanecer en el escenario para tocar instrumentos mientras no forman parte de la acción inmediata.

Hannah Price (Ariel) y Luke Baker (Ren) en Footloose. Foto: Matt Martin

Footloose siempre fue una pieza que dependía del baile y en su transición del cine al escenario sigue siendo la fuerza motriz del espectáculo. En Bomont el baile está prohibido y, como resultado, el baile que vemos al principio de los jóvenes de Bomont es frenético y prohibido. El coreógrafo Matthew Cole ha proporcionado a Footloose esa energía y ha hecho que Footloose baile con pasión. Dados los límites de algunos instrumentos, eso no es poca cosa.

Footloose tiene un ritmo que es imposible de resistir, y eso se debe a David Keech que está ubicado en lo alto del escenario, uniendo la noche musicalmente mientras también toca la batería. Reunir un espectáculo de actor-músico no puede ser fácil, pero junto con el supervisor musical Mark Crossland, se mantiene la integridad musical de Footloose.

Footloose tuvo a las 1600 personas en el New Wimbledon Theatre anoche de pie bailando al final con pura alegría. Cerca de mí había padres que, siendo adolescentes, habían visto la película y estaban presentando a sus hijos a Footloose. Sin duda, eso lo dice todo.

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